Virgin Galactic anunció entonces que interrumpía sus operaciones para mejorar la nave, pero la pausa duró más de lo previsto.
En mayo, la empresa realizó su último vuelo de prueba.
Hace años que se espera que inicie las operaciones comerciales. Unos 800 clientes ya han comprado billetes a un precio que empezó a entre 200.000 y 250.000 dólares por pasajero y fue subiendo hasta los 450.000 dólares.
El programa espacial de Virgin Galactic también lleva años de retraso debido, entre otras cosas, a un accidente en 2014 en el que murió un piloto.
El vuelo del jueves tiene vocación científica, con varios experimentos a bordo, sobre el comportamiento de los líquidos en ingravidez, la reacción corporal de los pasajeros, etc.
«Las misiones de investigación de Virgin Galactic abrirán una nueva era de acceso repetido y fiable al espacio para las instituciones gubernamentales y de investigación», declaró el presidente ejecutivo de la empresa, Michael Colglazier.
En agosto realizará una segunda misión, Galactic 02, y a partir de ahí Virgin Galactic promete vuelos espaciales cada mes.
La empresa compite con Blue Origin, del multimillonario Jeff Bezos, que también ofrece vuelos suborbitales cortos y ya ha enviado a 32 personas al espacio.
Pero desde un accidente en septiembre de 2022 durante un vuelo no tripulado, su cohete está en tierra. Blue Origin prometió en marzo reanudar «pronto» los vuelos espaciales.