ONACIONES UNIDAS.- La violencia en Haití mantiene al país en una grave encrucijada sin mejoras visibles, advirtió Miroslav Jenca, subsecretario para las Américas del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU.
Los niveles extremos de intimidación de las pandillas degradan todavía más la autoridad del Estado mientras la nación atraviesa por el tercer año de transición política tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, dijo el representante al Consejo de Seguridad.
TRANSFORMAR COMPROMISOS EN ACCIONES
Al informar a ese órgano, reunido en medio de otra escalada de las bandas armadas, Jenca urgió a “transformar los compromisos en acciones” para evitar una mayor erosión de la seguridad y la autoridad del Gobierno.
Entre otras medidas, el subsecretario llamó a contrarrestar el flujo ilícito de drogas, armas y municiones, para fortalecer los mecanismos nacionales de lucha contra la corrupción y de rendición de cuentas.
Asimismo, pidió para aprovechar al máximo el régimen de sanciones de las Naciones Unidas con el propósito de “abordar las causas profundas de la violencia de las pandillas”.
AGRAVAMIENTO INSEGURIDAD
La reunión, celebrada poco después de la toma de posesión del nuevo primer ministro haitiano, Alix Didier Fils-Aime, enfatizó en el agravamiento de la situación de seguridad en la capital, donde cuatro aviones comerciales fueron alcanzados recientemente por disparos de pandillas.